Un anciano sigiloso en mitad de la noche,
camina en medio de la naturaleza, con sus hábitos de monje, en la mano derecha
lleva un farolillo, medio oculto bajo su manto, una luz, tu luz, síguela, los demás no ven esa luz, no
pueden verla. En su mano izquierda lleva una vara, que no es sólo un bastón
para apoyarse o ayudarse a caminar, sino una vara mágica. Es El Ermitaño. Peregrino del tarot, Sabio
Consejero, el Mago de la Luz. El guía, que ilumina tu camino y te muestra la
dirección como una estrella.
El Ermitaño, anciano sabio aparece justo después de que hayas hecho el balance de tu vida y te da la fuerza necesaria para continuar el viaje.
El Ermitaño te desafía, te señala con su vara y te ilumina con su luz, tu luz. Si quieres conectarte a tu interior debes alejarnos de la tumultuosa vida exterior, abandona de alguna manera el mundo exterior, busca silencio. El Ermitaño te recuerda que para poder ver y comprender, para tener claridad de visión, es necesario apartarse del mundo exterior.
Hoy
así lo harás, solo realizaras lo más imprescindible…
Ha llegado el momento de apartarse de las
preocupaciones mundanas y empezar a atender tus necesidades interiores.
Tú sabes intuitivamente cuál es tu camino: escucha a tu voz interior porque te guía desde siempre y te dirá si estás en el camino adecuado.
Sigues tu camino y llevas contigo la luz
de El Ermitaño que es tu luz…
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