Un esqueleto sigiloso y lento, porta entre sus manos
una guadaña con la que corta cabezas y hierbas, sus huesos rosados y no del
todo desencarnados le muestran más humano. En el suelo la guadaña ha dejado
una mano, un píe y varias cabezas, que parecen no haber perdido su expresión y
vitalidad, nada muere del todo, y lo que parece muerto se ha transformado. De
lo hemos pensado y soñado (cabeza) y de las acciones (píes y mano). Permanecen mucho
después de que La Muerte haya transformado su cuerpo en polvo.
Está lámina no tiene nombre, es la innombrable… aunque
todos la conocen como… La Muerte.
La Muerte es el final de un ciclo, para
dar paso a otro, es el abandono total, de esquemas, hábitos, relaciones… para
dejar paso.
La Muerte es evolución, crecimiento,
progreso y desarrollo, lleva a la resurrección, mueres para renacer y evolucionar.
Al nacer, muere el feto, la vida dentro del vientre de nuestra madre, para
nacer como niño y nuevo ser.
La Muerte muestra su energía, para
entender y comprender el sentido oculto del cambio y el poder mágico y sagrado
del renacimiento.
La Muerte insiste en que no hay que tener miedo al cambio, pues el cambio siempre es positivo, siempre es para crecer y evolucionar a nivel de alma. No tiene sentido luchar desesperadamente para evitar el cambio, hay que realizar el cambio y dejarse llevar.
La Muerte de desafía, hoy vas a morir… para renacer de nuevo… La Muerte te busca pero no tengas miedo no es una muerte física… vas a caminar por un cementerio, siempre con respeto, y vas a observar todo lo que veas… sin juzgar, sin pensar, sencillamente observa, siente, y deja que tu intuición te regale un mensaje, La Muerte te va a enseñar su secreto…
Sigue tu camino de vida, y deja atrás a La Innombrable… renace y vive.
Muy simple , súper bien explicado!!!
ResponderEliminarMuchas gracias. Un abrazo.
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