Un
hombre joven, rubio y de buen porte, está concentrado en lo que está haciendo,
pero a la vez está atento en el presente. En la mano izquierda tiene una vara, que eleva hacia el cielo para solicitar y atraer el poder
creativo. El Mago concentra y dirige la energía. Hace que esa energía descienda
a la tierra, a la realidad. La verdadera magia del Mago reside en esa capacidad
de crear, de transformar lo divino en real. Une el cielo con la tierra, En su mesa reúne
todo la energía de La tierra.
El Mago te enseña a orientar tu fuerza o
energía para lograr tu objetivo, para obtener aquello que deseas: te enseña a
canalizar toda tu energía en una dirección específica.
El Mago sabe lo que quiere, tiene unas
metas muy claras, y es capaz de dirigir toda su energía hacia esos objetivos.
La palabra IMPOSIBLE no existe para él.
El Mago clava su mirada en ti, penetrante,
te transmite seguridad y luz. Te desafía… o más bien desafía a tus miedos y dudas…
…debes
fijarte un objetivo a conseguir…
Durante esté día decide
y fija una meta, escríbela, menciónala en voz alta, dibújala, créala, pon tu
energía en ella…
Mira a El Mago, aléjate de él,
agradécele su enseñanza, no la olvides y sigue tu camino.
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