El tiempo se ha detenido, tras el humo del incienso se vislumbra a una
mujer vestida de religiosa, tal vez de papa. Es La Sacerdotisa o Papisa,
atractiva y sabia, de ella emana una inmensa fuerza serena, está sentada y
tiene un libro abierto entre las manos, pero no lo está leyendo, está
meditando, receptiva, atenta a su interior, atenta a los mundos más sutiles, practica
el no hacer. Su quietud exterior le lleva a estar atenta a su interior. Es un
momento de calma, de tranquilidad, de reflexión y meditación.
La Sacerdotisa es la sanadora a todos los niveles, no teme a la oscuridad y va a guiarte cuando estés perdido en la noche profunda.
La Sacerdotisa utiliza la energía para hacer aflorar tu intuición y aprender a confiar en tus sensaciones.
En nuestro día a día, asumimos muchas responsabilidades, nos olvidamos por completo de nuestro interior; quiénes somos y cuáles son nuestros sueños. Debemos escuchar nuestra voz interior porque nos guía desde siempre, y nos dirá si estamos en el camino adecuado.
La presencia de la Papisa te hace
detenerte…
Desafía a tu ego y tu razón…
quiere que escuches tu yo interior… ve a un lujar tranquilo, sagrado donde
nadie te moleste… con el ruido del viento, el agua o unos cascos de música suave y
sencillamente para y no hagas nada sólo observa, respira y siente… sin
tiempo…
Siente la Papisa… su
espiritualidad, reconoce dentro de ti tu esencia… y vuelve a tu camino.
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